Había una vez una princesa que quería a un príncipe, pero este decía que no tenía corazón.
Un día ella abrazó al príncipe por la espalda y puso sus manos en su pecho, sintiendo unos latidos, entonces le dijo: “ ¿ya ves? si tienes corazón” y entonces él respondió:…
Un día ella abrazó al príncipe por la espalda y puso sus manos en su pecho, sintiendo unos latidos, entonces le dijo: “ ¿ya ves? si tienes corazón” y entonces él respondió:…
“No, los latidos que escuchas, son los de tu propio corazón que resuenan en mi pecho”.
Con el permiso de la Autora: Tatiana García @Tatianotzin.
#Saludos #Entrecanos,