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Desde hace siglos, los animales han desempeñado un papel fundamental en la vida de las personas, tanto en el ámbito doméstico como en el laboral. A lo largo de la historia, han sido entrenados para realizar diferentes tareas y actividades que han sido de gran ayuda para las personas. En este sentido, los animales de compañía se han convertido en una importante fuente de apoyo emocional, psicológico y físico para muchas personas en todo el mundo.
La utilización de los animales como apoyo emocional se remonta a la época de la antigua Grecia, donde Hipócrates, el padre de la medicina moderna, ya recomendaba a sus pacientes que pasaran tiempo con los animales para mejorar su salud mental y física. Sin embargo, no fue hasta la década de 1960 cuando la terapia asistida con animales comenzó a ser reconocida como una herramienta terapéutica legítima.
El precursor de esta técnica fue el 
, quien observó cómo su perro interactuaba con sus pacientes y cómo esto mejoraba el estado de ánimo y la autoestima de estos últimos. A partir de ese momento, se comenzó a utilizar a los animales como apoyo terapéutico en el tratamiento de enfermedades mentales, como la depresión, la ansiedad, el estrés postraumático y el autismo, entre otras.
Hoy en día, la terapia asistida con animales se utiliza en muchos países del mundo, incluyendo Estados 
Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia y Japón. Los animales utilizados en estas terapias pueden ser perros, gatos, caballos, conejos, aves, delfines y otros animales domesticados. Estos animales se entrenan específicamente para interactuar con las personas y ayudarles a superar sus problemas emocionales y psicológicos.
Además de la terapia asistida con animales, los animales también se utilizan para otros
propósitos de apoyo. Por ejemplo, los perros de servicio son entrenados para ayudar a personas con discapacidades físicas, como personas con sillas de ruedas, personas con problemas de movilidad o personas con trastornos neurológicos. Estos perros pueden ayudar a sus dueños a abrir puertas, encender y apagar luces, recoger objetos, cargar bolsas y realizar otras tareas cotidianas.
Otro tipo de perros de servicio son los perros de alerta médica, que están entrenados para detectar cambios en el cuerpo de sus dueños, como caídas de azúcar en la sangre o convulsiones, y alertar a su dueño o buscar ayuda en caso de emergencia. Estos perros son particularmente útiles para personas con diabetes, epilepsia u otros trastornos médicos que requieren una atención constante.
Los perros también se utilizan como perros guía para personas ciegas o con
discapacidad visual. Estos perros están entrenados para guiar a sus dueños en el exterior, evitando obstáculos y ayudándoles a cruzar calles y avenidas con seguridad. Los perros guía son especialmente importantes para las personas ciegas, ya que les permiten tener una mayor independencia y movilidad.
Los animales también se utilizan en tareas de rescate y búsqueda en situaciones de desastre y emergencia. Los perros rescatistas son entrenados para buscar personas atrapadas en escombros, en avalanchas, en zonas inundadas y otros desastres naturales o provocados por el hombre. Estos perros tienen un olfato altamente desarrollado y son capaces de detectar el olor humano debajo de los escombros y encontrar personas en situaciones de emergencia.
Además de los perros, otros animales también se utilizan para tareas de apoyo. Por ejemplo, los gatos
son utilizados en terapias con personas mayores y con discapacidad, ya que su presencia puede mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad. Los peces también se utilizan en terapias de relajación, ya que la observación de los peces en un acuario puede ser tranquilizante y reducir el estrés.
En cuanto a los derechos de los animales utilizados para apoyo, existen diversas normativas y regulaciones en diferentes países del mundo. En la mayoría de los casos, estos animales son considerados como una extensión del cuidado de sus dueños y, por lo tanto, se espera que sean tratados con el mismo respeto y cuidado que cualquier otra mascota. Sin embargo, existen organizaciones y grupos que abogan por los derechos de los animales y buscan garantizar que estos animales sean tratados de manera justa y adecuada.
Respecto a si se considera que estos animales están «trabajando» y deben recibir un pago, esto es un tema controversial. En algunos casos, los animales que participan en programas de terapia asistida con animales son propiedad de las organizaciones que los entrenan y no reciben ningún tipo de pago por su participación en estos programas. En otros casos, los animales son propiedad de sus dueños y son considerados como una extensión de su cuidado personal.
Algunos países permiten que los dueños de estos perros reciban una compensación financiera por los costos asociados con el cuidado y entrenamiento del perro. En otros países, los perros de servicio son proporcionados por organizaciones sin fines de lucro y no hay un pago directo al perro o al dueño.
#Saludos #Entrecanos,
